EN PROCESO DE UN SUEÑO
Por: William Vianney Solano - Columnista.
Hacer las paces es una de las acciones con alto grado de madures, postura y criterio de un ser humano. Las paces o las acciones de hacer la paz no se hacen entre amigos, sino entre quienes han estado en planteamientos diferentes, con acciones diferentes, con emociones y sentimientos diferentes y como apertura de ese proceso o de hacer las paces está el de dar el primer paso que no es otra cosa que la NO agresión de las partes, el perdón, el olvido y la no repetición. Así la paz o hacer las paces no es un resultado, sino un proceso que va de menos a más.
El proceso de hacer las paces o la paz, exige, entre otras cosas las mesas de concertación y diálogo donde se concretan entre las partes unos acuerdos, los acuerdos de Paz que se sellan, después de ser aprobados por las partes y con lo que se podría llamar la firma de la Paz, o la firma del proceso de Paz. La cosa no termina allí, con esto empieza el mismo proceso que por el incumplimiento de las partes se puede disolver, o sencillamente echar para atrás.
Para el Caso de Colombia, Cuba fue el epicentro de un proceso de Paz que empezó a construir el Gobierno Colombiano y las Farc y cuyos efectos inmediatos fueron la dejación de armas, la firma de una serie de acuerdos que intentan ponerle fin a las causas de una guerra que supera más de medio siglo e irónicamente la arremetida contra defensores de derechos humanos y todas aquellas personas que creen en el mismo proceso, ha sido sin lugar a dudas uno de los efectos inmediatos más escalofriantes que ha producido dicho acuerdo.
El asesinato sistemático de algunas personas relacionadas con el tema que muy a pesar de múltiples denuncias de organizaciones, de la sociedad civil, incluso de la comunidad internacional y de agencias estatales, amenazas y demás agresiones no dejan de suceder en cada momento de nuestra cotidianidad. La historia se repite con la diferencia de que en algunos escenarios se cambia de reparto, pero siempre es el pueblo quien lleva la peor parte. Alcanzar la paz se aleja cada vez más de nuestras posibilidades. Quizás existen fuertes intereses de por medio que impiden alcanzar estos ideales, para muchos, la paz en Colombia es tan solo un sueño y su búsqueda uno de los más grandes desafíos.
Colombia está atravesando una de las crisis más sentidas de la historia, esa sensación de inseguridad crece cada vez más, la población, la mayor parte de las veces, no cree en la Institucionalidad, la señala, la juzga y también es cierto que la misma Institucionalidad se ha encargado de tumbar al suelo la poca fe que le tenía parte de la ciudadanía, por sus acciones, entre ellas, los abusos, el desconocimiento de los derechos ciudadanos, la corrupción, la falta de resultados por parte de los administradores de justicia, las denuncias ciudadanas que no prosperan, se han encargado que la población no crea y aleje más la posibilidad de creer en el Gobierno y en las autoridades. Es una especie de repartición, pérdida de valores, la ética ya no cuenta. En un país tan sumamente rico en recursos naturales la carencia de los recursos humanos hace que el oro quede en manos de los más ricos, la plata para el gobierno y el plomo para el pueblo. Triste escenario en una sociedad donde quien debería cuidarnos, está señalada de abusos de autoridad. Para hablar en su mismo idioma, nadie podrá olvidar fácilmente el asesinato colectivo de al menos 13 jóvenes en plena capital del País por manos presuntamente de la Institución que debe velar por la honra, bienes e integridad de las personas, la Policía. “Los manifestantes bajo la supervisión de la policía, se asemeja en dejar al cuidado niños traviesos en manos de una niñera loca.”
De no ser por la difusión de algunas acciones policiales y los mismos desmanes de la ciudadanía a través de las redes sociales y de algunos periodistas independientes realmente comprometidos, la población no estaría al tanto de lo sucedido porque tristemente los medios de comunicación, que deberían informarnos, también nos mienten; una buena parte de los Medios de Comunicación están al servicio del Poder. Al salir a la calle se contempla mujeres y hombres, niños y adultos, ellos y ellas marchando cada uno librando una batalla de la cual nadie tiene idea, con su boca tapada, sus ojos descubiertos y los oídos abiertos a quien decida creerle, pero el futuro para nuestro País cada vez más, parece más incierto porque el sueño de la Paz también se ha ido.
Mike Pompeo anuncia que visitará Colombia. El jefe de la diplomacia estadounidense también irá a Brasil, Guyana y Surinam. No falta, sino que Iván Duque se disfrace del Tío Sam para demostrar su restricto apoyo a la Invasión a nuestras tierras por parte del País del Norte.
DCerca/Periodismo Independiente.
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