¿Por qué se dan regalos en navidad?
El sentido de realizar un regalo como celebración del nacimiento de Jesús, no ha existido en el Cristianismo. En realidad, los orígenes de las ofrendas tienen su principio en una tradición pagana, donde antiguos ritos hablan de la acción de gracias por la llegada de un nuevo año.
La historia cuenta que la costumbre de dar regalos se remonta al festival romano de los Kalends y se llevó a cabo el primer día de enero durante el solsticio de invierno. El Emperador Romano recibió obsequios de sus admiradores, según se había solicitado.
Al principio, se obsequiaban ramas de hoja perenne, pero estas ramas no eran exactamente un regalo popular. Con el tiempo, las ramas de hoja perenne se reemplazaron por regalos de miel y pasteles, símbolos de un nuevo año colmado de dulzura y prosperidad.
En los Estados Unidos, la tradición de dar regalos comenzó en la década de 1820. Hacia la década de 1840, se convirtieron en una pieza fundamental de la sociedad, creciendo enormemente cuando en 1930, Coca-Cola incorporó a Santa Claus en su campaña publicitaria.
La tradición en España y en muchos países de Latinoamérica, se subraya el concepto de regalar por motivo de la alegría por la llegada de Jesucristo. Es la representación simbólica de las ofrendas entregadas al niño ya nacido, por los tres Reyes Magos que adivinaron la manifestación divina del nacimiento.
Otra leyenda cuenta que en el siglo IV, en la región de Licia (actualmente Turquía), vivía un joven llamado Nicolás, y quedo huérfano siendo pequeño y heredó una gran fortuna, que repartió entre los más enfermos y desamparados. A los 19 años se convirtió en sacerdote, luego en obispo, y se caracterizó por su gran bondad y preocupación por los pobres y desprotegidos.
La leyenda cuenta que un empobrecido padre no contaba con lo necesario para que sus tres hijas se casaran, lo cual las condenaba a la prostitución. Para salvarlas de una vida de pecado, Nicolás decidió obsequiar una bolsa llena de monedas de oro a cada una de ellas. Se dice que para lograrlo, él entraba a la casa por una ventana, sin que nadie se diera cuenta, y colocaba la bolsa de oro dentro de los calcetines de las jovencitas.
Al morir, el obispo alcanzó la condición de santo, convirtiéndose así en San Nicolás, y su popularidad se extendió por toda Europa. Desde ahí la tradición de “dar” regalos.
Y en nuestra época, es una tradición que se volvió comercial y ante la innovación de juguetes, las personas adultas se maravillan y salen a comprar por la curiosidad del artículo. El comercio aprovecha la oportunidad para extender sus ventas al adulto, sin importar la edad.
*Esta es la información que encontré y quise compartirla en este DOSSIER, es su decisión personal seguir con los ritmos del comercio.
