Alegría para unos, tristeza para otros
EL DOSSIER
Por: Jaime Di Capote Rivera
En muchas actividades de la vida y especialmente en el deporte, un resultado puede significar alegría para unos, pero tristeza para otros.
Recientemente en el fútbol colombiano se ha vivido las dos caras de la emotividad, en la Primera B, en la Liga y lo del accidente aéreo.
En la Primera B, la alegría inmensa por el ascenso del América a la máxima categoría del fútbol profesional colombiano al vencer a Deportes Quindío y volver a disfrutar de los sabores que se viven en la categoría de donde nunca debieron salir por lo que significa ser un equipo grande de Colombia. Pero en el m ismo escenario, mientras América y sus hinchas celebraban, muy pocos captaron la tristeza dibujada en el rostro de los integrantes y seguidores del Deportes Quindío, que deberán por lo menos jugar otro año en la categoría B.
Otra tristeza y alegría también se vivió con los equipos Tigres y Pereira, inclusive, Leones. El renovado pero modesto Tigres gano el cuadrangular y logro el ascenso por primera vez a la categoría A del fútbol colombiano, mientras que el favorito, Deportivo Pereira esa alegría se le esfumo en el último minuto y con tristeza deberá afrontar seguir compitiendo en la B. Aquí, Leones con su resultado actuó como juez, le quito la alegría a Pereira y se la entregó a Tigres.
Sucedió en los últimos partidos del rentado colombiano, Cali, Patriotas, Medellín y Nacional iniciaron ganando y fue momento de alegría para ellos, pero al final Bucaramanga, Tolima, Santa Fe y Millonarios, quienes estaban tristes al inicio, terminaron con alegría al ganar sus respectivos partidos.
Alegría tenían los jugadores, directivos e hinchada del modesto Club Chapecoense de Brasil por haber llegado a la final de la Copa Sudamericana y con esa misma alegría y tras la conquista aun mayor del sueño que hasta el momento habían conquistado, abordaron el avión que horas más tarde esa alegría se convertiría en tristeza al estrellarse en un cerro de Colombia donde 76 personas perdieron la vida.
Y sí, hay cantidad de sucesos que para unos es alegría y para otros es tristeza. El nacer es alegría, el morir es tristeza, tener un nuevo empleo es alegría, dejarlo es tristeza, iniciar una relación sentimental es alegría, terminarla es trieteza, pero así como en la alegría hay muchas personas que están ahí para felicitarnos, en la tristeza, siempre hay alguien, al menos uno para escucharnos y darnos un abrazo, aunque pensemos que estamos solos.
Hasta la próxima… Dios les bendiga, siempre.